Más vale nunca que tarde



Nuevas preguntas sobre el proceso de descolonización en el Caribe a partir del proceso de globalización.
El título tan extraño de mi conferencia en si mismo provoca preguntas. Espero que al final se entiende mejor el significado de ese nuevo dicho. El resultado del proceso de descolonización fue el mismo, la independencia, aunque las formas fueron diferentes. Para muchos países fue fruto de una intensa lucha armada de liberación nacional, para otros fue producto de largas negociaciones sin violencia y para algunos fue simplemente impuesto por el país colonizador. El proceso de globalización sin embargo plantea nuevas preguntas a una vieja pregunta: ¿que significó realmente la independencia? Mi análisis está situado en un determinado contexto, estoy pensando en voz alta desde una pequeña isla, un mini-estado insular, Aruba que pertenece al Caribe holandés.

Definir la globalización

Dr. Roberts de la Universidad de Tulane definió la aldea global de la siguiente forma: “Si comprimimos toda la población del mundo en una aldea de 100 personas, esa sería el resultado: 57 Asiáticos, 21 Europeos, 14 de las Americas y 8 Africanos; 51 serían mujeres, 49 serían hombres. 70 serían no-blancos, 30 blancos. 70 serían no-cristianos, 30 serían cristianos. 50% de toda la riqueza del mundo estaría en manos de sólo 6 personas y todas estas 6 personas serían ciudadanos de los Estados Unidos. 80 estarían viviendo en chosas. 70 no seria capaz de leer. 50 estarían mal nutridos.” Cuando hablamos de globalización estamos hablando de concentración de la riqueza en pocas manos. En 1960 20% de los países más ricos eran 30 veces más ricos que el 20% de los países más pobres. En 1990 el 20% de los más pobres eran 150 veces más pobres que el 20% de los más ricos de la población del mundo.

Cuando hablamos de la globalización estamos hablando también de la globalización de la pobreza. Según el Banco Mundial en ningún lugar la explosión de la pobreza fue tan intensa como en América Latina. Especialmente el aumento de la pobreza fue dramático en México y en Argentina, según CEPAL. Los nuevos pobres, los empobrecidos de la clase media, siguen aumentando. América Latina es la región con las más grandes desigualdades sociales, según el Banco Mundial. En algunos países el 10% de los más ricos poseen 84 veces más recursos que el 10% de los más pobres de la población. A nivel mundial el 20% de la población consume el 86% de los recursos del mundo mientras que el 80% de la población consume el 14%. En este momento 1.5 billones de personas ganan menos que un dólar al día.
Lampe
Dr. Armando (Rudy) Lampe,
miembro de Parlamento Arubano
para el Partido RED

Está muy claro que esta economía globalizada sirve a unos cuantos. La globalización significa el triunfo del neoliberalismo. Una política neoliberal significa: libertad absoluta a los mecanismos de mercado; absoluta prioridad a las actividades de exportación con el consecuente apoyo incondicional de capital transnacional y devaluación de la moneda local; reducción de la influencia del estado al privatizar actividades de producción y de servicio; éxitos macroeconómicos son más importantes que logros sociales. La fuerza motriz detrás de los imperios fueron las compañías privadas como la Compañía Holandesa de las Indias Occidentales. Estas compañías se volvieron corporaciones globales mientras que nuevas compañías transnacionales emergieron. Las compañías transnacionales, la fuerza tras el capitalismo que creó la División Norte-Sur, son expresiones del proceso de globalización.

La globalización a nivel económico tiene consecuencias a nivel político. Se debilita la soberanía de los estados, la autonomía política cada vez es más reducida, y la identidad política y cultural es amenazada por la americanización del mundo. La crisis del estado-nación está conectado con el proceso de globalización. Que significa eso para el discurso nacionalista a favor de la independencia política que dominó el Caribe insular en los años sesenta y setenta? Cuando el proceso de globalización produce más pobreza y menos autonomía estatal, que significa para el discurso nacionalista? Un proceso que lleva a la crisis del estado-nación y a la crisis de los sectores empobrecidos, podemos seguir produciendo un mismo discurso a favor del estado-nación en el Caribe insular que sigue bajo la tutela colonial?

1. Definiciones de descolonización

El colonialismo refiere, según la definición de la International Encyclopedia of the Social Sciences, al dominio de pueblos de otra raza que habitan tierras que son separadas del centro imperial por el mar. La primera expansión sistemática de Europa se dio en el Caribe a partir de 1492, la posterior historia de la expansión europea en América Latina, África y Asia es demás conocida. La descolonización, el proceso de conseguir la independencia política de la colonia, también en el Caribe, con la Revolución haitiana que culminó con la independencia de Haití en 1804, que fue hasta entonces colonia francesa. Siguió el proceso de descolonización en América Latina durante el siglo XIX (México, Venezuela, etc.), después en el siglo XX en África y en Asia. En África la década de los sesenta fue clave para la cuestión de la independencia política, como fue el proceso en Algeria. La descolonización en Asia se dio entre 1946 con la independencia de las Filipinas (seguida por India y Pakistán en 1947, Burma y Sri Lanka en 1948) y 1949 cuando Indonesia logró finalmente ser independiente de Holanda. En el Caribe diferentes colonias inglesas consiguieron su independencia a partir de 1962 (Jamaica, Trinidad etc.), culminando con la independencia de Surinam, ex-colonia holandesa, en 1975.

En general, se puede decir que la independencia política significó una mayor dependencia de la economía mundial. En cierto sentido es un tipo de colonialismo informal, o una situación de neocolonialismo, porque la dominación económica se da sin que está acompañada de una expresión política. Descolonización, término introducido en la década de los treinta, o también llamado fin del imperio, no significó el fin de la dominación. Sigue real la existencia de algunas naciones ricas y una gran mayoría de países pobres, que han sido ex-colonias, producto también de la mentalidad y actitud de las clases dirigentes en las ex-colonias. Por eso colonización/descolonización no sólo refiere a un proceso externo, la actitud arrogante del centro se encuentra tanto en los países colonizadores como en los países colonizados.
Poor
En todo caso, descolonización no significa que ya es algo del pasado, que terminó con el siglo XX. Efectivamente se celebró en grande el traspaso de Hong Kong a China después de más de un siglo de dominio inglés aquella noche del 30 de junio de 1997, pero éste no fue el último caso de descolonización. En el Caribe continúan existiendo colonias de Inglaterra, Francia y Holanda. En cierto sentido tenemos que revisar nuestra concepción lineal y progresiva de la historia de colonización, como si fuera que empezó en el siglo XV con el mal llamado “descubrimiento” y que terminó en el siglo XX con la descolonización. Si integramos la visión de los vencidos, vemos que hubo resistencia de parte de los colonizadores, y que hubo momentos de descolonización desde el primer momento, especialmente al nivel cultural. Inclusive hay que distinguir los movimientos por la independencia de parte de los colonizadores o sus aliados, de los movimientos a favor de la independencia de parte de los pueblos colonizados.

2. Política holandesa de descolonización

La descolonización refiere en todo caso al proceso que lleva finalmente a la abolición del dominio político, que transformó territorios de ultramar, con los pueblos que viven allí, en colonias. Holanda fue despertado de su sueño colonial por la declaración unilateral de independencia de Indonesia por parte de Soekarno y Hatta el 17 de agosto de 1945, dos días después de la derrota de Japón, que había ocupado la colonia holandesa durante la Segunda Guerra Mundial. El proceso de descolonización había empezado en el imperio holandés, pero no sin resistencia de parte de Holanda que intentó reprimir el movimiento independentista por la vía militar. Finalmente Holanda fue obligado a reconocer la independencia de Indonesia en 1949.

Algunos años después, el proceso de descolonización inició en cierto sentido para el Caribe holandés en 1954, cuando se aprobó el Estatuto del Reino holandés que otorgó autonomía a las partes caribeñas, sólo la defensa militar y las relaciones exteriores quedaron en manos de Holanda. Después de la independencia de Indonesia, el Reino holandés quedó compuesto de Holanda, Surinam y las Antillas holandesas (lo denominamos así para diferenciarlo de las Antillas Neerlandesas que surge después de 1986). Todos los ciudadanos del Reino tienen el pasaporte holandés, pero los holandeses caribeños están excluidos de los beneficios sociales de Holanda por la autonomía que les otorgó el convenio de 1954. Lo que puso Holanda a pensar en la posible independencia también de sus últimas colonias fue la rebelión obrera en Curazao el 30 de mayo de 1969. Ante los violentos disturbios en la isla, Holanda se vio obligada de enviar la marina para reestablecer el orden en su colonia. Esta intervención militar fue un duro golpe a la imagen internacional de Holanda ocurrida justo en los años revolucionarios de los sesenta, las críticas a Holanda empujaron a los políticos en preparar la independencia de sus colonias en el Caribe. El proceso de descolonización culminó para el caso de Surinam con la independencia política en 1975.

3. Nuevas preguntas

Hasta ahora se ha manejado casi como un dogma que el proceso de descolonización debe terminar en la independencia política, pero entre la realidad del Caribe y este esquema existe una gran ruptura. Por ejemplo, qué decir de los casos de Guadalupe, Martinica y Guyana francesa, o Aruba, Curazao, Bonaire, Saba, San Eustaquio y San Martín, o Montserrat y Anguilla, donde la gran mayoría de la población dice no a la independencia política. Tenemos que adaptar nuestro esquema a la realidad y no al revés, por eso resulta contradictorio cuando por un lado se reconoce que la gran mayoría de los puertorriqueños desean lazos fuertes con los Estados Unidos rechazando la independencia de la isla, pero por otro lado se sigue insistiendo en que los Estados Unidos debe descolonizar a Puerto Rico otorgándole la independencia.

En esta era de la globalización, donde a ciertos niveles las fronteras nacionales y el Estado-nación se vuelven más débiles, ¿no sería pensable pensar en que la descolonización sea realizable sin la creación de estados nacionales independientes? Creo que no sólo es pensable sino que en algunos casos es demasiado utópico pensar en la independencia; se trata de analizar caso por caso, sin caer en un nuevo dogma de absolutizar la opción por la no independencia. Analizamos la experiencia de Surinam, después de 25 años de independencia la gran mayoría de la población no alcanza el nivel de vida que tenía antes de la independencia. Antes de 1975 era una sociedad más igualitaria que después de la independencia, cuando unas cuantas familias se beneficiaron de la independencia. Para la élite “nacionalista”, que conquistó el poder, la independencia significaba la no-intervención y el no-control de la madre patria, es decir podía violar el Estado de derecho y desarrollar una práctica de corrupción con total impunidad. En este sentido la independencia de Surinam representaba una causa elitista y anti-nacional. Después de 1975 Surinam conoció actos de corrupción gubernamental sin precedente, golpe militar, violación de derechos humanos, guerra civil, narcodictadura y una pauperización impresionante de la población.

La independencia de Surinam no desembocó en un proceso de nationbuilding , tampoco fue producto de una nacionalismo de la población de Surinam. La independencia fue un asunto de las mesas de negociación con la élite y finalmente fue impuesta a la mayoría, que respondió con el éxodo masivo hacia Holanda. El nacionalismo de Surinam fue caracterizado como un ejemplo de nacionalismo territorial, ya que el concepto de nación es primordialmente territorial. El proyecto de independencia tenía un objetivo político sin que estaba basado sobre una cultura común. Efectivamente, en Surinam siguen existiendo los diferentes segmentos étnicos con poca interrelación. Entonces, no se ha creado una identidad nacional, sin embargo la ciudadanía surinamés expresada en el pasaporte surinamés presupone tal identidad que no existe. La gran pregunta de la población es si tenía sentido haber sido excluido de la ciudadanía holandesa por la independencia para ingresar a una ciudadanía ficticia que no sirvió a sus intereses, ya que la exclusión de la ciudadanía holandesa significó la exclusión de derechos y privilegios de la madre patria para la mayoría de la población.

Hasta ahora se ve la ciudadanía como expresión de la identidad nacional de una persona. En el sistema internacional actual se da preferencia al derecho de autodeterminación nacional de los pueblos por encima del derecho de autodeterminación individual. Individuos forman parte de una minoría o mayoría dependiendo de las fronteras del Estado nacional. La frontera física de una colectividad define la inclusión o exclusión de la ciudadanía. Así también el proceso de descolonización que culmina en la independencia de un nuevo estado, se supone que en la comunidad internacional alcanza un status igual el Estado-nación colectivo que fue colonizado al Estado que fue colonizador. Pero una vez independiente los ciudadanos individuales del nuevo estado ya no tienen los mismos derechos que los ciudadanos del estado colonizador, por ejemplo van a necesitar visa para entrar al país que antes podían visitar sin ningún problema. Aún no visualizamos un proceso de descolonización que desemboca en la integración de los colonizados que adquieren a nivel de derechos individuales el mismo status que los colonizadores, donde no sólo tendrían la libertad de movimiento dentro de sus antiguas metrópolis sino también el acceso a los beneficios sociales de los países del Primer Mundo.

En la era de la globalización con la consecuente crisis del Estado-nación hay que cuestionar el dogma de que el proceso de descolonización tiene que desembocar en la creación de un Estado-nación. Se puede imaginar que la descolonización termine en la participación de los colonizados en los derechos económicos, sociales y políticos del país colonizador, en alguna forma de autonomía relativa o de integración o de asociación. El derecho de elegir por la integración como resultado del ejercicio del derecho a la autodeterminación de los pueblos colonizados ha sido reconocido por la Resolución 1541 de las Naciones Unidas en 1960. Descolonización debe ser posible sin la creación de nuevos estados independientes totalmente separados de sus antiguas metrópolis coloniales. Tenemos que abandonar la política de la independencia a toda costa y adoptar una política de búsqueda de formas alternativas de status social para las Islas-Estado pequeñas del Caribe. Para que tengan éxito estas nuevas relaciones pos-coloniales deben cumplir con dos condiciones, primero se debe realizar en base de un respeto total por las diferencias culturales y segundo, el proceso de descolonización incluye también a los antiguos colonizadores. No sólo los colonizados, también los colonizadores necesitan liberarse, y aquí tenemos un problema serio, el de la transformación del colonizador para que acepte al “otro” como igual.

Para nuestra generación el desafío mas grande es la lucha contra la pobreza en el mundo. Cada lugar inventa su manera de responder a este desafío. En las pequeñas islas holandesas luchar contra la pobreza significa luchar contra la independencia política y al mismo tiempo luchar por la igualdad de derechos entre los colonizados y los colonizadores. Espero que se vuelva claro ahora el título de mi conferencia: más vale nunca que tarde.

Sobre el autor:

Es originario de Aruba y actualmente se desempeña como profesor en el Instituto Pedagógico de Araba. Se doctoró en ciencias sociales y culturales en la Universidad Libre de Ámsterdam (Holanda). Algunos de sus libros son: Mission or Submission? Moravian and Catholic Missionaries in the Dutch Caribbean During the 19th Century, Vandenhoeck & Ruprecht, Göttingen, Alemania, 2000; Christianity in the Caribbean (editor), The University of West Indies Press, Kingston, Jamaica, 2001.